martes, 5 de julio de 2011
A la oposición
Bueno, pues va llegando el día, de nuevo me enfrento a la maravillosa sensación de ser evaluado por varios colegas, ser evaluado de una manera injusta, si injusta, apruebe o suspenda es alucinante que la manera de decidir quien entra a formar parte de la administración pública como profesor sea un examen en el que escribes sobre un tema, la explicación de una programación y el desarrollo de una unidad didáctica. Pero más tristes aun son las noticias que cubren de nubarrones las futuras oposiciones. Cretinos que en su vida se han acercado a un aula de primaria o infantil se permiten primero el lujo de evaluar a los maestros decidiendo que somos muy malos y que hay que variar la manera de acceder al trabajo (no soy corporativista, pero hay que ser desahogado para que eso lo diga un político con la que les está cayendo) pero no preguntan cual es el mejor método, lo deciden con la cooperación culpable de parte de los sindicatos. Solo espero que al final, como en todas las demás comunidades empecemos a cubrir a nuestros interinos y dejemos de regalar plazas a la gente de otras comunidades, no porque no se lo merezcan sino porque en esas comunidades no acudimos en igualdad de condiciones. En Cataluña, Galicia, Pais Vasco, Navarra, Baleares y Valencia no podemos ni presentarnos por tener lengua vernácula, en Andalucia, Canarias y Murcia aunque no está demostrado, todos los opositores sabemos que hay que tener "un acento especial", en Madrid hay dos bolsas de trabajo, una para los que han trabajado al menos un día y otra para los demás. En cuanto a Asturias, he oído de boca de compañeros interinos palabras como "solo tendrás plaza si eres mucho mejor que los asturianos". En el único sitio donde somos muy tontos es en las dos Castillas y en Aragón, lo que toda la vida se llamó la "imbecilidad histórica".
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